Medir realmente la Huella Ecológica es algo imposible. Lo impide el número de factores que están en juego y la difícil cuantificación de muchos de ellos.
Aquí se presenta un test, tal vez demasiado optimista, pero que puede invitar a reflexionar y a tomar conciencia del problema.
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El ajetreo del día a día, el que se nos quede grande, lejos... o nos haga sentir mal, son algunas de las razones por las que evitamos pensar dónde, cuánto y cómo pisamos e incluso lo sintamos como algo ajeno a nosotros en sus causas y en sus consecuencias.
Tal vez creamos que el impacto se reduce a las ciudades, donde existe una gran concentración de población, y que el resto del planeta se mantiene intacto. Pero vivamos en la ciudad o en el campo, la comida que comemos, los objetos que usamos... para nada se producen o desechan localmente y la extensión de territorio que se ve afectada es enorme y cada vez mayor, porque cada vez hay más población y cada vez
se imponen unos modelos de vida que generan un mayor impacto ambiental.
Aunque la situación es insostenible, solo es una parte reducida de la población mundial la que lleva un alto nivel de vida y de consumo, con lo cual pretender la equidad o bienestar generalizado dentro del actual sistema socioéconomico y de estilo de vida imperante es simplemente imposible.
Otro aspecto a tener en cuenta, del que no es tan fácil ser consciente, ya que vivimos en una sociedad con una mentalidad muy individualista, es que aunque el cambio a nivel individual es imprescindible es necesario también un cambio de comportamiento grupal.
¿Cómo se genera la luz que alumbra las calles por las que se transita?, ¿las organizaciones en las que se trabaja se preocupan por reciclar los desechos que producen?, ¿cómo se ha urbanizado el lugar en el se vive?, ¿existe o no un trasporte público para poder desplazarse?, ¿es posible y se respeta el transporte en bicicleta?, ¿se potencia a nivel estatal la investigación de coches que funcionan con hidrogeno?, ¿se participa en guerras por la disputa de las fuentes petroliferas?, ¿la diplomacia consigue mantener a tal o cual dictador en otros paises para que haga la vista gorda al expolio y contaminación que genera la multinacional a la que defienden y que produce lo que posteriormente se consume?...son comportamientos que escapan del ámbito individual. Tienen que ver con comportamientos que realizan los grupos, las sociedades...en las que estamos inmersos.
Todo esto nos puede generar un sentimiento de culpabilidad y de impotencia enorme que nos haga seguir llevando una vida enagenada.
Pero el concepto de huella ecológica puede verse desde un punto de vista positivo. Cambiando nuestros comportamientos, tanto individuales como colectivos, nuestros pasos también pueden dejar un impacto positivo, y hacer que llevemos una vida más consciente y en conexión con nostros mismos, con los demás y con el mundo.
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